La probabilidad de que un bólido cruce el cielo durante un segundo y que te pille con la cámara realizando una circumpolar debe ser la misma de que toque la primitiva. Desafortunadamente fue lo primero 🙂 .
El 25 de octubre de 2008 convencí a la bendita de Virginia para acercarnos de noche a la Pedriza de Manzanares a realizar algunas fotografías nocturnas. Era un día casi de luna nueva y hacía algo más de dos horas tras la puesta de sol. Apunté la cámara hacia Perseo y realicé un par de fotos. Tras ellas comencé a realizar una circumpolar, cuando al par de minutos un bólido cruzó el cielo.
No sabía si el bólido iba a aparecer en la toma o no, y la interrumpí. Al ver la fotografía me di cuenta de que tuve suerte, ya que el bólido aparecía en la parte inferior izquierda de la fotografía. Por los pelos.

Pedriza de Manzanares. 25-Oct-2008 22:33:51 Hora Local. 35mm. 143 secs. f 2.0.

Pedriza de Manzanares. 25-Oct-2008 22:31:47 Hora Local. 35mm. 30 secs. f 2.0. Dos minutos antes del bólido.
Estas fotografías quedaron en un directorio casi olvidadas durante más de 10 años, hasta que recientemente llegué al Listado de Bólidos de la Red Española de Investigación sobre Bólidos y Meteoritos http://www.spmn.uji.es. Entonces recordé la fotografía y busqué los detalles de los bólidos observados ese día.
En su web aparecía un bólido detectado el día 25 de Octubre de 2008 a las 20:35 UTC (22:35 Hora Local), desde Extremadura hasta Cantabria, pasando por ambas Castillas y la Comunidad de Madrid. Su origen era la constelación del Dragón. Observando la siguiente fotografía que había tomado cinco minutos antes, y contrastando con la composición de la bóveda celeste que podemos ver en Stellarium, confirmamos que se trata del mismo bólido de mi fotografía, el cual, partiendo de la constelación del Dragón, atravesó la constelación de la Jirafa hasta llegar a la constelación del Cochero, a la izquierda de Perseo, mirando hacia el noreste.

Pedriza de Manzanares. 25-Oct-2008 22:26:54 Hora Local. 35mm. 30 secs. f 2.0.

Composición del cielo según Stellarium correspondiente a la fotografía anterior.

Aspecto de la bóveda celeste a la misma hora según Stellarium.
Desde el punto de vista técnico las fotografías están realizadas con una cámara Nikon D700 a ISO 200 y un objetivo Nikon AF-D Nikkor 35mm f2. En las fotografías anteriores vemos que este objetivo (cuyos orígenes se remontan a 1989, en plena era de las cámaras autofocus de película) a máxima apertura presenta una cantidad notable de astigmatismo. Hoy en día no es la mejor opción para astrofotografía a pesar de ser un objetivo luminoso, ya que objetivos más recientes ofrecen mucha mejor calidad. Sin embargo no deja de ser un excelente objetivo en cámaras con un número moderado de megapixels (como la D700); para fotografía diurna cerrando el diafragma a valores intermedios; ligero y luminoso (lo que mejora el funcionamiento del autofocus); y con buen rendimiento en fotografía infrarroja.